miércoles, 22 de agosto de 2012

AMOR CON FALTAS DE ORTOGRAFÍA - CRISTINA LILIANA CINETTO

Él le escribía mil cartas
que ella nunca respondía.
Eran cartas con amor
y faltas de ortografía.
En laberintos de letras
se perdía a cada instante.
Sus mensajes tropezaban
con todas las consonantes.
Nunca encontraba la erre
y le faltaban las comas
o en lugar de usar la ge
ponía siempre la jota.
En el mar de las palabras
naufragaba cada día
su amor que no respetaba
las reglas de ortografía.
Necesitaba la zeta
para poder abrazarla.
Con las haches que sobraban,
sería imposible amarla.
Enredado en alfabetos,
buscaba su corazón
cómo decir que la amaba
sin signos de puntuación.
Con litros de tinta verde
lo ayudaba la maestra
y corregía las cartas
que no tenían respuesta.
Pero ella seguía ignorándolo
y él decidió hablarle un día.
(Al fin y al cabo no hablaba
con faltas de ortografia).
Le dijo que la quería
con todo el abecedario.
Prometió estudiar las reglas
y comprarse un diccionario.
Ella aceptó y los dos juntos
escriben desde ese día
su hermosa historia de amor
sin faltas de ortografía.

jueves, 16 de agosto de 2012

COMÉDIE D’UN JOUR - LAIA LÓPEZ MANRIQUE

Cuando la vida no contiene un nombre
en que reconocer mansamente al enemigo,
al otro, al que acecha o pasa indiferente por el lado
y posee un cuerpo tentado por la muerte,
los que estamos solos
amaestramos al fantasma obsceno
de la espera.
Como anfibios
desperezándose en una sala de hospital,
los que estamos solos
alejamos el velo sonoro del tiempo,
la adherencia fútil de un ayer palmario
y un mañana dibujado en calles que no existen.
Nosotros,
arrolladas cariátides
que a la brújula del azar
ruegan un norte,
nos sentamos en la escalera de la catedral
a oír cómo se deshace la tarde
y elegimos morir de un pretexto cualquiera
para que nadie sepa que morimos de olvido.



sábado, 4 de agosto de 2012

NO ME BUSQUÉIS - JORGE ANTONIO DORÉ

No me busquéis en todas mis palabras,
no me busquéis en todos mis encuentros
que no surjo de mis contradicciones
ni del posible error de cuanto expreso.
No me busquéis en vuestras concepciones,
no; yo no soy aquel, soy un reflejo
igual que las estrellas de un estanque
son sólo el duplicado de sus fuegos.
Buscadme en las entrañas de la ausencia,
bajo la soledad, rumbo al silencio,
en las cenizas blancas y candentes
de lo que está quemando su momento;
detrás de la razón preconcebida,
detrás de la pasión por lo terreno,
donde vuestras potencias no conciban
por qué puedo confiar en lo que espero.
Buscadme donde no entendáis a fondo
el extraño egoísmo de ser bueno.
Si ahí no estoy, buscadme en lo lejano
que Dios está muy lejos y aún hay trecho.