jueves, 30 de julio de 2009

LA POESÍA NO ES LO MÁS - JUAN DANIEL PERROTTA

Faltan diez minutos para la una de la mañana
y estás sediento de escritura
Te motivas como puedes para escribir un poema
porque te resulta no tan simple ahora
Ya no más diez poemas por día
elegir cuál sobrevive y cuál no
Pero es típico
a cierta edad se supone que con uno
es suficiente
más ya es una proeza
Alguna mujer te dijo
que con tu pareja de ficción te bastaba
celosa de tu obsesión por la poesía
En verdad
es preferible
un par de piernas envolviéndote
en la noche
Es preferible
lamer excitado
un pezón que insiste en estar duro
de hormonas
y hacer lo mismo
con todo aquello que esté cerca de la boca
Es preferible a la poesía
creer
en la existencia del amor
acostado junto a una mujer
que deseaste lentamente
y acaba de acabarte
Todo eso es mejor que la poesía
Este poema incluído.
(Inédito )


lunes, 27 de julio de 2009

LLEGA, TOCA, LÁRGATE - ROGER WOLFE

Es inútil, le dije.
Escribir.
Escribir es inútil.
Ya, me contestó.
Ya lo estaba yo pensando
el otro día.
¿Y a qué conclusión llegaste?
Pues eso. Lo que dices
tú. Que carece por completo
de sentido.
Sólo que...; bueno,
también poner ladrillos
es inútil.
Sirve para construir casas...,
y paredes. Paredones, también.
Quizá se trate de eso.
¿De qué?
Un oficio, joder, un
oficio. Ni más ni menos
que un oficio.
¿Como decía Pavese?
No, como Pavese no. Como ese músico
de jazz. ¿Te acuerdas?
Freddie Green.
Llega, toca, lárgate.


domingo, 19 de julio de 2009

DESDE NUNCA TE QUIERO - AMALIA IGLESIAS

Desde nunca te quiero y para siempre,
desde todo y quizá y para siempre,
desde el rotundo rayo que sube por la acequia de las horas
al látigo crecido en mis pupilas ponientes,
veloz mi voz, mi viento:
vértigo de desembocadura
y el más ingrato delta para acabar el viaje.

Hasta la nada espero,
hasta lo lejos de la memoria inútil y el cráter sin crepúsculo,
hasta la duda embriagada de rótulos celestes,
en la fiebre y la luna imantada de agosto.


De "Un lugar para el fuego" 1985


domingo, 5 de julio de 2009

BAJO UNA PEQUEÑA ESTRELLA - WISLAWA SZYMBORSKA

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas y que me esfuerce
después para que parezcan ligeras.